La agricultura y la ganadería han sido desde siempre muy importantes en Sakana. Además de tener peso en la actividad económica de la zona, han contribuido a la conformación del paisaje, a la ordenación de los recursos y el territorio, así como a la cultura y la identidad de los pueblos. Actualmente lo rural, más allá de ser productor de materias primas,también ofrece nuevos significados ligados a una alimentación sostenible, calidad de vida y naturaleza, así como valores de corresponsabilidad hacia el mundo rural.
Este fenómeno a su vez trae consigo un acercamiento campo-ciudad, con hábitos de consumo y ocio que pueden suponer una oportunidad en la recuperación del sector y una oportunidad para el problema de la despoblación y el envejecimiento de zonas rurales y el consecuente abandono de tierras trabajadas. Esta tendencia es favorable para la creación o expansión de actividades ligadas al sector primario y alimentario, agregando además valor añadido al producto y generando riqueza a la zona.
El primer sector es, por tanto, multifuncional y estratégico, y se reconocen los sistemas productivos locales como una garantía de sostenibilidad económica a largo plazo, así como una medida eficaz de lucha y mitigación del cambio climático. La utilización de estos sistemas productivos, donde se valorizan los recursos propios, supone una ventaja competitiva donde además el producto queda ligado al territorio. De esta forma surge la capacidad y oportunidad de diversificar los productos, transformarlos en productos con mayor valor añadido que generen riqueza en la zona, y crear o expandir actividades ligadas al sector primario y alimentario que respondan a la nueva tendencia de consumo de ocio y espacios.
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